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sábado, 7 de mayo de 2011

ESCRITORES MARMICOC

Alguna vez en Chile, por estricta necesidad, se debió habilitar urgentemente, un grupo de profesores que ayudaran en la dificil tarea de educar a la nación.Para tales efectos, fueron preparados académicamente ,del mismo modo como los alimentos se preparan en una olla a presión... de allí el apelativo de mármicoc... pero no por ello, menos efectivos que sus colegas tradicionales. El asunto es que a la larga, sus colegas tradicionales los desconocieron, los escarniaron públicamente, y los ningunearon en forma gratuita, sin haber necesidad de ello. Esto me lleva a pensar ,seriamente ,en lo que hoy sucede alrededor del submundo literario, no sólo en Chile sino en el mundo entero. Observo estupefacto ,cómo cualquier persona, las más, figuronas, las menos, válidas, se otorgan gratuitamente el título de escritores, ya sea porque se autopublicaron,-el papel aguanta mucho-;o porque mediante algún artilugio extraño, son puestas en circulación; puede ser también, que por tratarse de figurines magazinescos, pretendan también elevarse graciosamente al párnaso literario; quizás por existir intereses políticos, sociales, económicos, u otros similares de por medio... en fin, verdaderamente hoy por hoy, como lo sindica aquella antigua máxima popular, no son todos los que están, ni están todos los que son. El escritor, a mi juicio y el de algunos más, nace, no se hace... como todo artista que se precie, el don lo lleva en la sangre, en los genes, de forma muy particular en él y para él. Nada sacan algunos en intentar recrear algo para lo cual no nacieron, pretendiendo erigirse en monumentos culturales que no son. Mozart fue uno sólo, muy al pesar de Salieri; Chopin también fue uno solo.Del mismo modo Einstein, Galileo, Newton, y otros por el estilo, también fueron ellos entre millones. No existen réplicas idénticas de Miguel Angel, Leonardo da Vinci, Rafael, Velazquez, como tampoco van a existir iguales de Hemingway, Verne, Cervantes, Alighieri, Chejov, y tantos otros ilustres que se ganaron un puesto en la historia, por verdadera vocación, a pulso, con muchísimo sudor y tinta-papel de por medio... no porque sus apellidos eran tales o cuales; o porque eran cantantes populares; o porque figuraban en algún decadente programa de televisión, radio, cine , teatro, qué sé yo.Lamentablemente es lo que pareciera estar sucediendo hoy en día, estrictamente porque lo que más interesa es vender, generar dinero, sin importar calidad y trascendencia. Bien lo decía, magistralmente,Silvana Burlich en su momento... algunos pseudo escritores de hoy procesan vanos escritos ,estrictamente para figurar, y no para trascender... lo cual invalida automáticamente aquellas plumas, ya que son entidades pasajeras, momentáneas, espejismos literarios, y no promesas a futuro. Basta ya de artificialidades vanas. Dejémonos de amparar y validar extraños experimentos en el arte y las letras, que lo único que hacen es contaminar el medio real, como la mala hierba lo hace con el dorado trigal, o el esmeraldino maizal.

MAR PARA BOLIVIA, ¿POR QUE?

Desde un tiempo a la fecha, con precisión casi cronométrica, algunos sectores interesados. bolivianos en lo particular, alardean y rasgan vestiduras 'exigiendo' un derecho marítimo que no les corresponde, en absoluto. Intentan encender una hoguera del todo apagada, demodé, anacrónica si se quiere, respecto a un derecho, según ellos, que le asiste en relación a una salida al mar, por Chile en todo caso. De dónde viene esta muy particular fábula boliviana, que ha onnubilado incluso al venezolano Chavez, por clara ignorancia debe decirse, para que haya declarado que gustoso se bañaría en una playa, marítima, de aquella nación ALTIPLANICA... la respuesta a este yerro venezolano, y boliviano, fundamentalmente radica en otro connacional de Chavez, decimonónico, que creyéndose el cuento de ser el nuevo dueño de América, y de Chile por supuesto, arbitrariamente le 'cedió' gratuitamente, sin preguntarle a nadie, el puerto de Cobija a los bolivianos, el primero de enero de l826, sito claramente en territorio chileno recién independizado. Por lo visto, Bolivar, y su moderno imitador, Chavez, han sentídose dueños de fundo,capaces de disponer de territorios ajenos cómo mejor les parezca, y Bolivia, desgraciadamente, se ha dejado encantar por este tipo de sirenas, y sus cantos, al extremo de exigir, hoy, algo que claramente no les corresponde.Por si lo han olvidado, o no se les enseña en el colegio, su territorio es claramente de caracter hinterland, o sea, sin ningún tipo de costa marítima, ni siquiera cercanos a ellas, y, según resolución del virrey del Río de la Plata, don Francisco Gil de Taboada, en 1795 la Audiencia de Charcas, hoy Bolivia, carecía absolutamente de acceso marítimo, ni poseía ningún tipo de territorio costero. Hoy por hoy, el reclamo boliviano, y los ilusos que creen en él, se encuentran en igual posición a la de, por ejemplo, Suiza reclamando una salida al Mediterraneo, o Nepal una salida al Indico, o Paraguay una salida al Atlántico. Si Bolivia desea reclamar territorio, que reclame la parte del Chaco que le fue usurpada en la década del treinta del siglo pasado, o, solicite canje de territorio, pero no un derecho que no le asiste, y que más encima perdió en una guerra por ellos mismos provocada. Y si alguien creyese en este tipo de cuentos extraños, entonces que nos consiga a los chilenos, un gran trozo de la amazonia, que no poseemos, o que nos devuelvan toda la patagonia y otros que se nos, lo diré elegantemente, perdió otrora, cuando una miopía intelectual y cultural, hacía ver a nuestras autoridades pertinentes no más allá de sus narices.
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posted by Profesor Eugenio Rodríguez Miralles | 12:16 PM | 0 comments

TORRES DE FONOLA

No hace mucho era común referirse a la intelectualidad internacional, misma que se desentendía del mundo y sus corrientes, como inmersas, ocultas, refugiadas en lo que se denominaba ,metafóricamente , torres de Marfíl ; un lugar donde sólo éstos podían penetrar para no ser molestados con la cotidianeidad diaria, y el tráfago de problemas que suelen venir adjuntos a ella. Pues bien... en el Chile de hoy, -y por lo visto no es el único caso-, no es la intelectualidad plena la que se refugia en sus torres de Marfíl, sino que las autoridades pertinentes,elevadas prácticamente a una extraña santidad, han decidido refugiarse muy convenientemente en lo que he dado en llamar, torres de Fonola, imitación tragicómica de sus homólogas más nobles. De otra manera no se explica el porqué los discursos políticos son uno, y la realidad,un otro muy diferente. Mientras las autoridades se pavonea felices, intentando explicar lo inexplicable, en casi la totalidad de áreas de interés cívico, léase también, humano, el sufrido connacional intenta vivir lo mejor que puede, intentando de algún modo calmar los reclamos, aprensiones, molestias, yerros, taras y defectos varios, que el sistema actual de vida y regulación nos impone a la fuerza, o por la fuerza, da lo mismo, y las argucias de quienes usufructuan de ellos.Es así entonces como las denuncias de robo, dolo, estafa, corrupción, sinvergüenzura, prevaricación, favoritismo, injusticia, excesos, y otros muchos por el estilo, suman cientos, miles, en un proceso que va en franco aumento, no en disminución. ¿Por qué?... simplemente porque la autoridad pertinente, salvo honrosas excepciones, no está nunca donde debiera estar, junto a su gente, a la ciudadanía, prefiriendo encerrarse en su torre de Fonola, a dónde sólo llegan los más cercanos, y a veces ni siquiera eso. Ninguna autoridad pertinente baja hasta dónde se generan los problemas, y los vive en carne propia, sólo suelen dejarse aconsejar y guiar por 'intermediarios' , a quienes es muy fácil corromper, inducir, manipular.Mientras tanto, la sufrida civilidad debe conformarse con promesas vanas, decretos extraños, leyes inefectivas, argumentos que casi nunca se cumplen a cabalidad, porque en algún punto de la interminable burocracia cotidiana, la solución prevista termina por diluirse en la nada misma, favorecida y generada por los secundones de siempre, un mando medio que a veces no se justifica para nada. Ejemplos los hay por cientos, pero es en extremo peligroso hacerlos públicos a viva voz, porque entonces allí si que el sistema funciona, y con la perfección de un engranaje bien aceitado. No queda otra entonces ,que comentarlos a vox populi,entre los amigos, los conocidos, las personas de la fila, la cola, el supermercado, la feria,o sea, el pueblo mismo, sito en los lugares dónde la autoridad no llega, no escucha, ignora por completo. Ya lo comprobó, dolorosamente en carne propia, el mismísimo Nixon, la vez en que como un simple y anónimo estadounidense más, siendo el presidente de la nación, buscó paz e inspiración en el memorial a Lincoln, siendo abordado entonces, aleatoriamente, por otros ciudadanos tan anónimos como él en ese instante, que le señalaron verdades inmediatas que no podía, o no le dejaban apreciar, por estar demasiado elevado, quizás oculto, en su particular y propia torre de Fonola. La historia comienza recién a señalar ,lo que sucedió en el corazón y la conciencia del otrora hombre más poderoso del mundo ...Dios permita que ese mismo espíritu se contagie al resto de gobernantes, y autoridades pertinentes, ojalá en todo el orbe, y que un mañana diferente comience a brillar para quienes no somos , la mayoría de las veces, nada más que carne de cañón...manadas de borregos obligados ,la más de las veces ,a seguir el cencerro de la miopía, la hipocrecia, y la veleidosidad humana, nos guste o no nos guste... no se nos ofrece otra alternativa, y por desgracia, quién se resiste o intenta oponerse sin conocer verdaderamente sus derechos, simplemente es arrollado y escarniado por un sistema que se cobra, y con creces, su no aceptación y reverenciación inmediata. Si los intelectuales han comenzado a dejar atrás su impenetrable torre de Marfíl, no va siendo hora ya que los políticos y gobernantes, especialmente en Chile, se bajen de sus torres de Fonola, y verdaderamente caminen junto a quienes los han ayudado, indirectamente, a subir a ellas.

BASTA YA

Cual es la diferencia más noble, notable, inmediata, entre un país que se precia de decirse, llamarse, demostrarse, completamente desarrollado, o, en el mejor de los casos, notablemente en vías de desarrollo. Será acaso un crecimiento económico a la vista; tal vez una población brillante,culta, trabajadora;posiblemente ser visto como una lumbrera entre sus homólogos y aledaños... ¡por supuesto!, es todo esto y algo más todavía. Porque para llamarnos desarrollados, no sólo debemos ser económicamente suficientes, cultos, tomados como referencia inmediata respecto a un determinado algo, sino también, debemos actuar y sentir con verdadera altura de miras, no con resquemores y condicionamientos vanos y transnochados. Nada sacamos con querer parecer y no realmente ser, muchísimo menos creernos superiores , rondar el círculo dorado,cuando en realidad aún no somos capaces ni con nuestra propia peculiaridad humana,corrupta, veleidosa, intransigente. Prueba de ello nuestro Chile de hoy... un país que insiste en abrir viejas y rancias heridas, una y otra vez, en una especie de masoquismo mal intencionado, tendencioso, y, aprovechado. Porque ni siquiera se tiene la intención de terminar con la farsa, con el circo barato, vergüenza a nivel internacional, sino que , en y a manos de un grupúsculo de interesados, que se relevan de generación en generación, se insiste porfiadamente en condenar, denostar y perseguir, un proceso político-social que debiera haber concluído, desarrollada y elegantemente, en la década final del siglo pasado.Pero no... aún se puede respirar, ver, apreciar, un venenoso ambiente de resentimiento popular, respecto a un proceso que cambió radicalmente nuestra idiosincracia nacional, no para mal, sino para el bien de todos los involucrados en el mismo.Si estos ignorantes en extremo politizados y tendenciosos, ocupara aquel tiempo de revolver gallineros ajenos, en estudiar, cultivarse, conocer verdaderamente el cómo y el por qué de dicho proceso, con verdadera altura de miras, no con oscuros y nauseabundos propósitos, se darían cuenta que el Chile de hoy es infinitamente mejor al Chile de ayer. Por supuesto, no hay que dejar de lado el costo que dicho cambio nos impuso, en todo tipo de ordenes y circunstancias, a la totalidad de ciudadanos involucrados en el mismo. Pero ello no significa que hay que seguir una y otra vez, patéticamente, llorando sobre la leche derramada, desgarrando vestiduras, en una dramática cacería de brujas absolutamente fanática, creyendose ellos los dueños , tanto de la verdad absoluta como del país entero.BASTA YA...existen otros chilenos a quienes no interesan aspectos revenidos, hediondos a venganza barata, miserablemente sub-utilizados, porque existen hoy en día cosas muchísimo más importantes en que pensar, actuar, o corregir, que perder el tiempo en un bis eterno, inconsecuente con los verdaderos hechos acaecidos otrora. La historia posee dos polos de acción y visión, y no resulta nada saludable para la estabilidad, credibilidad, imagen externa de un país, el que sólo uno de ellos alardee y vocifere respecto a una situación que comprometió al cién por ciento de la ciudadanía. De allí, por ejemplo, que España con Franco, Francia con De Gaulle, la ex-URSS con Stalin, Alemania con Honecker,incluso China con Mao, hayan dejado las cosas tal como quedaron en su momento, y dando vuelta del todo la página histórica, iniciado nuevos rumbos... son naciones desarrolladas por si alguno lo ha olvidado. En cambio en nuestro Chile de hoy, dele que suene; continuamos haciendo circo, y volvemos a repetir yerros históricos similares a los de O'Higgins, Portales, Balmaceda, Ibañez, una y otra vez, en una secuencia más propia de borregos tendenciosos, y no del verdadero tigre que se esperaría del Chile de hoy. Con razón la máxima popular señala que, aquellos que nacieron para pitos, nunca llegarán a cornetas, máxima que nunca como antes se encuentra presente hoy en día entre nosotros.Es hora que el jueguito termine, que los muertos descansen en paz, y que ningún chileno, por muy ignorante y manipulado que sea, se transforme en el Maestro Inmaculado, ya que todos nosotros, absolutamente todos, somos más que pecadores, y no tenemos ni la moral, ni el espíritu, ni la talla suficiente, como para levantar y arrojar la primera piedra... aunque muchísimos de los que hoy lloran, vociferan, rasgan vestiduras, claman sangre y venganza, señálense a si mismos como ángeles vengadores,poseyendo ellos y no los demás, autoridad divina para juzgar, condenar, y ejecutar sentencias que son de Dios, y no del hombre.
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